Una de las quejas o demandas más frecuentes por parte de los clientes o actores del área comercial en este sector, tiene que ver con los niveles de sal del producto.

La pregunta más recurrente que escuchamos quienes trabajamos con este producto es:

¿No podrían hacer las anchoas menos saladas?

Sinceramente, la respuesta es, no.

Anchoas de Santoña en Salazón

Anchoas de Santoña en Salazón

Vamos a tratar de explicar de forma breve y sencilla los motivos.

La Anchoa es una semiconserva. Esto significa que, después de su envasado, no sufre ningún proceso posterior que garantice su estabilidad en el tiempo, por ejemplo, la esterilización.

Una lata de sardinas o de atún, después de cerrarse, es sometida a un proceso térmico que elimina cualquier agente microbiológico que pueda contener y permite que pueda conservarse a temperatura ambiente durante largos periodos de tiempo.

La anchoa es, simplemente, un producto seco y salado. Ese es su método de conservación y es la razón por la que debe de conservarse en frio.

Su caducidad depende, básicamente, de los niveles de agua y sal que contenga. Si variamos el nivel de cualquiera de estos factores, su vida útil cambia.

Hemos de tener en cuenta que la anchoa es un producto vivo, tiene una flora bacteriana propia y es necesario mantenerla dentro de unos niveles aceptables.

Actualmente, las exigentes demandas en materia de seguridad alimentaria, así como los condicionantes comerciales y logísticos, obligan a que seamos extremadamente cuidadosos con los parámetros críticos para la conservación de nuestro producto.

Es decir, cuanto más bajemos el nivel de sal, menor será la vida útil del producto. ¿Podríamos hacer una anchoa mucho menos salada de lo que es habitual? Si, podríamos, pero su caducidad podría reducirse a 15 días o un mes y eso es inviable desde el punto de vista comercial.

Utilizando un razonamiento análogo, que sea comprensible por todos, podríamos decir que hacer una anchoa sin sal, sería como hacer un encurtido que no fuera ácido o una mermelada que no sea dulce.

Nuestro consejo: consúmalas con moderación, pero ¡¡¡consúmalas!!! Es un producto sano y natural, rico en Omega 3 sin aditivos químicos.